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miércoles, 8 de agosto de 2012

Hablemos de Cine - ANNIE HALL



Director: Woody Allen
Guionistas: Woody Allen, Marshall Brickman
Protagonistas: Woody Allen, Diane Keaton y Tony Roberts

Annie Hall (1977), es una película dirigida y protagonizada por el genial y siempre controvertido director Woody Allen, quien junto a una neurótica, inestable y a la vez simpática Diane Keaton, versa sobre la aventura sentimental en que estos dos se ven envueltos luego de conocerse a través de un amigo de Alvy Singer (comediante interpreatado por Woody Allen), que luego se vuelve una relación con psicoanalistas incluidos en el paquete, que se torna en una aventura sentimental para ambos, porque realmente los dos personajes principales sufren de neurosis, inseguridad, fobias y demás problemas psicológicos dignos de los buenos neoyorquinos (a pesar que la protagonista es originaria de Chippewa Falls,Wisconsin).

Este film, que yo considero uno de los mejores en su género, bueno, aunque sea una labor titánica y de mucho seso el poder clasificarla como una tragicomedia, comedia pura, crítica social, documental sobre las relaciones personales en los 70's, drama o simplemente una película de culto, que marca líneas sobre lo complicadas que son las relaciones de dos personajes que si bien tienen pocas cosas en común, se atraen y se sienten complementados uno al otro sin llegar a ser lo que muchos llaman medias naranjas o almas gemelas, porque considero que Woody Allen no es partidario de idealizar las cosas, simplemente de presentarlas en su particular y realista modo de ver el mundo y sus habitantes.

El film inicia con Woody Allen en un discurso un tanto extraño, hablando y haciendo chistes serios sobre la vida y sobre su vida, sobre los judíos, citando a Groucho Marx, parodiándose el mismo y haciendo hincapié en algo que es evidente a través quizá de su imagen desarreglada, con esos anteojos que parecen opacar aún más a ese ser minúsculo, flacucho, enclenque, que está detrás, eso sí, con una mente clara, muy culto, crítico y sobre todo directo al hacer observaciones sobre política, sociología e incluso cine, televisión y música (cosa que a través de todo el film podemos notar), porque si alguien es un crítico directo es Woody Allen y aprovecha ese espacio que le dan sus películas para llegar a donde los discursos quizá no llegan.

Y hace uso de técnicas que para algunos directores son prohibitivas (por ser arriesgadas), como el uso de la cuarta dimensión, el interactuar con el público, dirigiéndose directamente a él como si se tratase de otro actor en la película y es un recurso utilizado varias veces en el film, lo cual le da un toque cómico y la vez magistral porque esa interacción atrae la atención de un buen espectador por ser un recurso poco ortodoxo y que aunque quizá no sea la primera vez que se usa, si fué un detonante para que se utilizara más a menudo en el cine moderno, incluso llegando a hacer verdaderas parodias y exageraciones del uso de este raro recurso técnico en innumerables películas, en su mayoría comedias, porque pocos pueden dominar una técnica fílmica tan depurada para arriesgarse a utilizarla en películas que traten temas serios. Allen lo logra y con triunfo, porque se hace con el Oscar al mejor director, mejor actriz (Diane Keaton), mejor guión, mejor película y la nominación a mejor actor al propio Woody Allen (Oscar ganado por Richard Dreyfuss por The Goodbye Girl).

Diane Keaton como Annie Hall ícono de moda, aún en nuestros días

Pero si vemos a Woody Allen como el director, siempre nos topamos con ese sentido simplista que tiene de las actuaciones, pareciera que deja mucha libertad a sus actores y sobre todo a sus actrices. Tal es el caso de una Diane Keaton en su plena juventud, bella, inteligente, que marcó un nuevo estilo para la moda femenina con su vestimenta casual, semi-masculina, con ese toque desenfadado pero que aún hoy en día se ve replicado.

El personaje de Annie es presa de sí misma por no poder desenvolverse como quiere, la cual es una cantante frustrada que no logra definir qué quiere hacer con su vida profesional y personal. Hasta la llegada de Allen que le da un nuevo empuje a su vida pese a ser un cómico neurótico que pareciera tiene más problemas que ella, pero que aporta un toque de paternalismo y guía cultural para que ella despierte y abra los ojos al mundo que le espera afuera.

Luego que la relación empieza a enfriarse, después que Annie acepta la propuesta de ir a vivir a California para iniciarse en el mundo de la música. Proposición que durante su estadía en New York le hiciera un promotor musical (interpretado por el genial músico Paul Simon), ella decide mudarse e inicia la separación de Alvy quién se siente aún más deprimido por el abandono de su novia que parece que le va bien en California y él se ve envuelto en nuevas relaciones que no le llenan el vacío de su querida y a la vez complicada Annie Hall.

Durante el film podemos ver que Allen no pretende hacer una historia romántica clásica con final feliz, simplemente retrata la vida de un personaje cualquiera, en una ciudad cualquiera y con una vida promedio, haciendo énfasis en las relaciones amorosas y de cómo estaba el mundo durante los años 70's y en especial Estados Unidos y su carrera acelerada hacia ninguna parte.

De este film podrían escribirse enciclopedias completas, porque aborda tantos temas y en tan poco tiempo que no da tiempo a veces asimilar completamente el torrente de alusiones a la realidad mundial, la crítica a su propio país, a los políticos, al medio cultural, a sí mismo como Judío, como estadounidense, como neoyorquino y como simple mortal.

Recomiendo ampliamente el film, creo que un buen cinéfilo no debería perderse esta obra de arte que sin necesidad de recurrir a efectos especiales ni a escenarios artificiales complicados, hace un maravilloso trabajo y deja para la humanidad un ejemplo de como hacer buen cine.


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