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martes, 12 de julio de 2011

Cuando el dinero ya no tenga sentido ni valor

Las sociedades consumistas de nuestra era se han reventado el alma en su loca carrera por tener y por ofrecer la mayor cantidad de productos al mundo, lo que ellos no se detienen a pensar por un momento es que todos los insumos para fabricar los TV's, DVD's, celulares, computadoras, fast food y como mil etceteras mas, estan en un descenso de disponibilidad que parece que todo el mundo sabe pero no quiere ponerle atención. Uno de los casos más importantes y hasta un premio le mereció a Al Gore (vaya que merecimiento para alguien que tuvo poco respeto por la vida y por el ambiente en Vietnam) por el asunto de la tala de árboles que trae consigo innumerables problemas como falta de agua, cambios climáticos, cambios en la cultura y agricultura de la gente, etc.

Todo este sistema de consumismo sin medida está llevando a todo el mundo a un estado donde todas las posesiones materiales y todo lo que se haya acaparado sera innecesario cuando los problemas ambientales nos estén cayendo encima.

En nuestros pueblos antes nos enseñaban que uno se comía algo sin dejar nada de restos más que los inservibles, pero ahora los niños por la supuesta sobreabundancia de productos, se pueden dar el lujo de morder un alimento, desempacar otro, romper el envoltorio en algún otro, para luego comer sólo un poco y el resto dejarlo porque ya no quiere o simplemente porque eso se esta volviendo una moda copiada de nuestros verdugos imperialistas gringos, que todo les abunda, pero que no se detienen a pensar que todo está relacionado con los escasos insumos para fabricar esto o aquello. Para la fabricación de muchos productos se necesitan fuentes energéticas como el petróleo (en constante agotamiento de reservas), carbón, otros minerales que llegará un momento que simplemente ya no existirán y pues, ahí es donde empezaran a verse los verdaderos problemas.

La fase de ahorro forzado será la que forme la nueva cultura y toda esa estructura consumista y el movimiento de masas de dinero ya no sera lo que actualmente es, todos tendremos que forzarnos a mantener un esquema cultural basado en la escasez y sucederá como cuando hay un problema con el suministro de agua en alguna localidad por cualquier motivo, la gente empieza a ver cómo ahorra la poca agua que quedó en recipientes tales como depósitos, cisternas, etc. Y ese esquema se volverá una cultura global al momento de que no solo falte agua, sino también energéticos y muchos otros insumos con los cuales se elaboran muchos productos que hasta se han convertido en pseudonecesidades creadas por el consumismo.



Lo mas difícil de todo ello y quiza la parte medular del problema es que por el momento el planeta ha logrado soportar el embate de nuestra actitud despreocupada por pisotear cualquier fuente de recursos naturales iniciando con el simple hecho de tirar a la calle un envoltorio plástico, hasta niveles mayores en las compañias transnacionales que destruyen comunidades enteras por actividades mineras, industriales y agroindustriales.

"CUANDO SE TALE EL ÚLTIMO ÁRBOL,
CUANDO SE TERMINE LA ÚLTIMA GOTA DE AGUA,
CUANDO SE MUERA EL ÚLTIMO ANIMAL,
EL HOMBRE SE DARA CUENTA...
QUE NO PUEDE COMERSE EL DINERO.
"

Por todo ello cuando ya no tengamos recurso de donde explotar entonces, todo el dinero de que dispongamos no nos servirá de nada y empezaremos a ver cómo la misma naturaleza nos va a reclamar el haberla tratado de manera tan infame agotando hasta el último arbol, la última reserva de agua dulce, excavar hasta el último milímetro de una mina, convertir tierras fértiles en meros desiertos, hacer de un paraje todo una ciudad tapizada de concreto y seguir pensando que entre más edificios y de mayor altura se contruyan, más desarrollado será un pais, porque en esos gigantescos totems de acero y cemento solamente se puede vislumbrar el futuro como algo superficial que está llevando al mundo a un precipicio donde luego será dificil salir aún teniendo las bolsas llenas de yenes, dólares, euros o lo que sea. Esos momentos turbulentos se perfilan como en los sagrados libros de todas las religiones, un mero apocalipsis, donde habrá una justicia superior que nos pedirá cuentas de nuestro comportamiento.  Y según creo, la naturaleza será la que nos reclame ese maltrato que le hemos dado y la factura será tan grande que ni con todo el oro acumulado alcanzará para pagar nuestra obligada deuda con este acreedor implacable que nos cobrará todo y a todos.

Pero en esto quiza se pueda llegar a una conciencia global y entrar en un mundo de comunión, como el resurgir de una nueva sociedad donde ya no tengamos que preocuparnos porque hay otros pueblos que se dedican solamente a pensar en cómo generar y producir más, sino que, dedicarse como buenos vecinos a participar de las alegrías y tristezas del otro no como sucede en estos tiempos que todos quieren participar de nuestras tristezas ofreciéndonos un revolver económico para suicidarnos poco a poco.

Saludos y espero sus comentarios.